En el segundo capitulo de «El valor de educar» de Fernando Savater, nos habla de que todos enseñamos y todos aprendemos, mas no todos pueden enseñar cualquier cosas, estoy muy de acuerdo con esto, ya que hasta cuando vas al super a comprar algo puedes aprender, el fin de semana pasado fui al super con mi papá y cuando fui a pedir el jamón no había del que usualmente compramos así que le pedí a la señora que me atendió que me recomendara alguno, después de que me contesto ¡me sentí lista para abrir mi propia tienda de carnes frías! y les puedo asegurar que la intención de la señora no era enseñarme todo sobre carnes frías, esto es a lo que se refiere Savater al decir que no siempre enseñamos consientemente o intencionalmete.
La frase del titulo me encanto por que refleja muy bien lo anterior, si el conocimiento se estanca, se almacena, le sucede lo mismo que al sándwich que tiene en tu mochila mas de un mes, se pudre, se oxida, el chiste del conocimiento es utilizarlo y compartirlo, pasarlo a alguien mas, y que el le agregue algo mas, como cuando un niño aprende a jugar canicas con sus amigos, ellos no lo juegan igual que tú hace 5, 10, 15 o 20 años, seguramente le agregaron o le quitaron algo al juego.
Me gustaría terminar con una frase de Jaime Balmes teniendo en mente lo que dice Savater «Todos somos iguales»:
La educación es al hombre lo que el molde al barro. Le da la forma.
🙂
La educación y ¿qué mas? 